Macht die Kinder froh und die Erbawachsene ebenso.

En 1920, Hans Riegel, un empresario alemán, decidió improvisar un poco en la cocina de su casa. Tomando azúcar, un hervidor de agua, un rodillo y por su puesto, un horno, hizo sus primeros caramelos con forma de osito en honor a los osos que venían cada año al zoo de Bonn. El mismo Riegel, mientras repartía sus caramelos en bicicleta pensó en innovar. Había algo que no terminaba de funcionar. Por aquella época, en Alemania empezó a ponerse de moda la gelatina de frutas y decidió aplicarla a su producto, lo cual explica que no existan los ositos de color azul, al no corresponder al color de ninguna fruta. En efecto, como Riegel adivinó, a los alemanes les gustaba, y mucho, la gelatina porque antes de iniciar la Segunda Guerra Mundial, ya la empresa ya tenía 400 trabajadores.

Lo demás es fácil de deducir éxito y crecimiento. A día de hoy, sigue sin saberse la receta exacta, considerándose secreta. Gracias a la popularidad, en Bonn surgió la ruta violeta, que continúa el camino en bicicleta de su creador. Además, cada otoño los niños alemanes pueden intercambiar bellotas y castañas por caramelos de la fábrica que permiten alimentar al ganado de los alrededores durante el invierno.

En el año 2009, Estados Unidos realizó un osito gigante correspondiente a 1400 de los habituales en sabor frambuesa, cereza, manzana y «azul». Una auténtica pesadilla para cualquier persona a diabética o a dieta con 12.600 calorias. Si no puedes consumirlo en un solo día, tienes un año para hacerlo, ya que han logrado que no se endurezca durante este tiempo. Vale decir a propósito de estos nuevos osos, que el osito original era algo más estilizado que el actual , ya que era más alargado y estrecho.

Como el famoso eslogan, Ha (Hans) ri (Riegel) bo(Bonn) macht die Kinder froh und die Erbawachsene ebenso, garantizaba » hacer felices a los niños y también a los adultos», Disney creó en 1985  Las aventuras de los osos Gummi, siete osos capaces de saltar de un sitio para otro bebiendo la secreta poción Gummi-baya. Bebida que también fue vendida en Reino Unido con el nombre de Gummiberry Juice. Estos osos fueron imitados de nuevo en 2007 en una nueva versión realizada mediante ordenador. En este caso los osos bailan  una nueva canción: «Am I your Gummy Bear?»

Philip Morris afirmó que el tabaco no era menos adictivo que los ositos de goma. Parece ser que a Philip no le faltaba razón.

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